Viajar a Irlanda es una gran experiencia que debes probar en alguna ocasión. Y si ya has estado, volver es una gran oportunidad de encontrar mil rincones que no conocías o redescubrir los que ya visitaste. Para viajar con caravana, al ser una isla, obviamente, no hay muchas más opciones que llegar en barco. Desde España, tenemos una ruta directa que opera Brittany Ferries y que conecta Bilbao con el puerto de Rosslare, justo en el extremo sureste de Irlanda. El trayecto, que cruza el golfo de Vizcaya y el mar Céltico, recorre unos mil kilómetros (unas 540 millas náuticas, que es como se miden las distancias en el mar) durante unas 26-28 horas. La alternativa es ir por Francia, para cruzar el Canal de la Mancha (por ferri o Eurotunnel), recorrer Inglaterra, y hacer una última travesía para cruzar el mar de Irlanda y llegar a Dublín o a Rosslare, un largo camino que no compensa ni en precio, ni en tiempo. En Viajar a las islas británicas desde España con caravana te contamos más datos sobre las distintas opciones de viaje a Irlanda e Inglaterra.
A la espera de poder volver a hacer el viaje en el nuevo ferri, visitamos el Salamanca, en el acto de presentación que se hizo en el puerto de Bilbao el pasado 23 de marzo, y pudimos comprobar cómo el antiguo barco de transporte de camiones, que aun así resultaba cómodo, ahora ha sido sustituido por un gran ferri al más puro estilo de los cruceros. Tras comprobar las maniobras de desembarque de vehículos, pasamos al acto de celebración de los 50 años de la naviera, con unos discursos de Christophe Mathieu, CEO de Brittany Ferries, y de representantes de la autoridad portuaria de Bilbao, subdelegación del Gobierno en Vizcaya y embajada de Irlanda en España, y con una presentación de Turismo de Irlanda, que finalizó con un cóctel de productos irlandeses, momento en el que aprovechamos para visitar las dependencias del ferri, incluso alguno de los rincones que no son visitables por el pasaje, como el puente, la sala de control de máquinas o el helipuerto para emergencias del que dispone el ferri Salamanca.
Desde el exterior del Salamanca, se aprecia su imponente tamaño, de 215 metros de eslora (largo del barco) y 32 metros de manga (ancho), como sus gemelos Galicia y el recientemente inaugurado Santoña, que forman la flota de ferris que unen España con Irlanda y Reino Unido desde los puertos de Santander y Bilbao. Una de las diferencias, bien valoradas por los que conducimos vehículos articulados, es que cuenta con entrada de vehículos tanto en popa como en proa, por lo que no es necesario dar la vuelta en el interior para su salida, y, aunque no nos resultó nada dificultoso en el anterior barco, se agradece, y agiliza el no tener que preocuparse por esta maniobra. De esta manera, habitualmente en Bilbao se embarca por popa, y en Rosslare (Irlanda) se desembarca por proa, y viceversa. La amplia rampa de popa por la que se realiza el embarque y desembarque permite vaciar el ferri en muy pocos minutos, como pudimos comprobar. Seis camiones en paralelo pueden salir simultáneamente, aunque suele hacerse de dos en dos, e incluso vimos cómo se desembarcó una mobil-home de cuatro metros de ancho. Una vez estacionado el vehículo en la bodega (cuenta con tres niveles distintos, para camiones, turismos, furgones, caravanas, autocaravanas…), se accede a las tres plantas del pasaje mediante cuatro escaleras centrales, dos de ellas con ascensor.
Ya en la zona de pasaje, las cubiertas 7 a 9 ocupan la zona de camarotes, distribuidas entre las tres plantas, con más de 300 camarotes, que permiten alojar a más de 1.000 pasajeros. Entre los camarotes, además de los clásicos cuádruples, que cuentan con amplias camas abatibles en formato litera, baño propio, TV y vídeo a la carta, pequeña mesa de trabajo…, tanto en versión exterior (con vistas al mar) como interior; cuenta con camarotes en el mismo formato preparados para los viajeros con mascotas; camarotes dobles, tanto interiores como exteriores, específicos para viajeros con sillas de ruedas, con mayor amplitud y baño adaptado; camarote club con vistas al mar, camas dobles, gran pantalla de TV, tetera y cafetera, y acceso a la sala Commodore C-Club; e incluso las Commodore Suite, con cama doble, acceso directo a la cubierta exterior, minibar, baño completo, desayuno servido en el camarote y acceso a la sala Commodore C-Club. En todos los camarotes, se facilita la ropa de cama y toallas, y secador. Para los que buscan un acomodamiento más sencillo, hay una sala de butacas, amplias, reclinables y con reposapiés, para descansar durante la travesía, sin necesidad de camarote.
Junto a los camarotes de la cubierta 7, además, se encuentran el mostrador de información, donde te atienden durante la travesía ante cualquier necesidad que surja, una sala de puntos de información interactiva, amplia tienda, salones de estar, un gran comedor, salas de juegos infantiles con juegos y pantallas interactivas, y cubiertas exteriores, incluyendo zona para esparcimiento de mascotas. En la cubierta 8, además de los camarotes de este nivel, está el gran espacio del bar Plaza Mayor, con un techo de mayor altura y tragaluz superior donde disfrutar de un rato durante la travesía, la Taberna de Tapas, donde saborear apreciadas tapas españolas, zonas de juegos infantiles, galería de exposiciones y el Salón Commodore C-Club (de uso exclusivo para los viajeros de clase Commodore) con espacio de estar, selección de prensa, revistas y libros, bebidas frías y calientes, bocadillos, frutas… En la cubierta superior (deck 10) hay una zona de esparcimiento al aire libre con solárium, equipamiento deportivo y zona de juegos infantiles. Uno de los denominadores comunes de este barco es su ambiente y su decoración con aspectos españoles, en el caso del Salamanca es hacia esta ciudad, así como la gastronomía fusión de sabores españoles e internacionales.
Como ocurre en las travesías en ferri, hay que tener en cuenta que una vez se aparca el vehículo no puede accederse a él hasta la llegada, por lo que debes coger todo lo necesario para ese tiempo: ropa, aseo y aquello que pienses que puedas necesitar. También, piensa que en el caso de caravanas y autocaravanas no pueden conectarse a la red eléctrica durante el viaje, ni conectar la nevera a gas, por lo que no es posible mantener frío el frigorífico. Es importante que sepas que una vez que te alejas de la costa se pierde la cobertura móvil, y el servicio por satélite suele tener precios muy elevados por parte de las compañías de telefonía, pero en el barco hay wifi y terminales donde conectarte para hacer consultas durante la travesía.
Si eres propenso a los mareos, permanecer muchas horas en el barco puede tener sus inconvenientes, por lo que es recomendable llevar algún antimareo. Aunque el barco es bastante estable, y estos nuevos ferris cuentan con estabilizadores de nueva generación, dependiendo del estado del mar puede moverse más o menos, y hay que tener cuidado con el equilibrio en algunos momentos. Si sufres estos contratiempos, las cubiertas exteriores, con la brisa del mar, son unos de los lugares más agradables.
En definitiva, con el nuevo ferri Salamanca, la travesía a Irlanda (y sus correspondientes travesías al Reino Unido, con el Galicia y Santoña) ha ganado mucho en comodidad, supone vivir la experiencia de un pequeño crucero mientras recorres cómodamente la distancia que nos separa de las Islas Británicas, ahorrando horas de conducción, tiempo y combustible, llegando a tu destino descansado y listo para disfrutar del resto del viaje.