La pandemia que estamos viviendo por la COVID-19 está haciendo estragos en la mayoría de los sectores económicos y, especialmente, en el turismo. Los campings no podían ser ajenos a esta situación, y, según cifras del INE, en 2020, las pernoctaciones en ellos disminuyeron un 47% respecto al año anterior. Sin embargo, la caída de las pernoctaciones en alojamientos extrahoteleros (apartamentos turísticos, campings, alojamientos de turismo rural y albergues turísticos) entre 2020 y 2019 ha supuesto un 58,8%, siendo los campings los menos afectados.
Como puede verse en este gráfico acumulado de pernoctaciones extrahoteleras facilitado por el INE, el año 2020 comenzó con un ligero crecimiento en las pernoctaciones, pero tras el confinamiento en marzo y el parón absoluto en abril, comienza un más que evidente estancamiento hasta junio, un ligero crecimiento en los meses de julio y agosto, y un otoño en ligero ascenso, pero muy por debajo de las cifras del año anterior, que concluyen en diciembre con una diferencia de más de la mitad respecto a las pernoctaciones de 2019.
A pesar de estas cifras tan dramáticas, las ventajas que aporta el camping, y de las que ya hemos hablado en artículos anteriores, han conseguido que en este sector el descenso no haya sido tan acusado, aunque haya supuesto un 47%, ¡casi la mitad que en el año anterior! Según información facilitada por la FEEC, mientras que en 2019 los campings aportaron un 8,5% de las pernoctaciones en España, en 2020 supusieron un 15%, muestra de la imagen positiva que han supuesto los campings durante la pandemia.
Mientras que en enero y febrero de 2020 se apreció un ascenso considerable en las pernoctaciones de campings, los meses que mas acusaron el descenso fueron, sin duda, los del confinamiento, con una caída total en abril. El verano se acusó menos, pero con la llegada del otoño y los confinamientos regionales y municipales han vuelto a caer de manera importante.
Geográficamente, también se aprecian diferencias importantes entre regiones. Durante todo el año, la Costa Blanca, obtiene el mayor grado de ocupación de parcelas, con más del 67%, ya que es destino de largas temporadas para viajeros nacionales e internacionales. Por comunidades autónomas, La Rioja y la Comunidad Valenciana son las únicas que superan un 50% de ocupación. También se aprecia cómo las comunidades uniprovinciales con mayor población obtienen mejores cifras, como es el caso de Madrid, al ser la única opción de viaje para sus habitantes con los decretos de cierres perimetrales.
También, de las cifras ofrecidas por el INE, se observa que en 2020 se han puesto a disposición menos plazas que el año anterior (un 32,7% menos), debido a la decisión de no abrir algunos campings, y a la limitación de espacios en otros. En cuanto a la procedencia de los viajeros, también han descendido las pernoctaciones de extranjeros, siendo un 29,8% del total.
En definitiva, y aun no siendo los más afectados, el sector del camping se encuentra entre los perjudicados por las restricciones y cambios de hábitos provocados por la COVID-19. Muchos de ellos han recortado la temporada de apertura al tener menor demanda, otros, sin embargo, han decido no cerrar durante la temporada invernal para intentar paliar las pérdidas, y, en general, todos se han visto afectados por una drástica caída del turismo internacional y un repunte nacional, en especial nuevos usuarios, pero no llega a ser tan significativa como para compensar con la reducción que ha supuesto a nivel general.