¿Nos vamos de camping en Semana Santa?

Hace ya un año del inicio del confinamiento y de las restricciones provocadas por la COVID-19, que nos tuvieron sin poder salir de casa durante más de dos meses, y, posteriormente, con los pasos adelante y atrás en la desescalada y en las olas que hemos ido teniendo. Con las primeras noticias que empezaron a llegar aquel 13 de marzo de 2020, y que después se concretaron y publicaron el 14, nos adentrábamos un mundo totalmente desconocido para, supuestamente, un par de semanas, aunque existía la duda de si no tendría que ser mas, pero, inicialmente, se suponía que la Semana Santa, para la que quedaban aún cuatro semanas, no se vería afectada.

Pronto, viendo la evolución de los acontecimientos, tuvimos que resignarnos a que la Semana Santa serían unos días más en casa, lejos de nuestros sueños de viajes y descansos, que dejaron de tener importancia ante la situación que estábamos viviendo. Un año después, tras muchas desgracias, y con la gran esperanza de la evolución de la gran campaña de vacunación, hemos vivido un gran abanico de medidas que van tomando las administraciones y que nos dejan en una situación en la que, nuevamente, la Semana Santa no podrá ser como las de la vieja normalidad, pero… ¿nos tenemos que quedar en casa o podemos salir a disfrutar con nuestra caravana, camper o autocaravana?

Como ya contábamos en Viajar con caravana en tiempos de la segunda ola de la COVID, viajar de camping es una actividad con riesgos mínimos, y está en nuestra mano tener un riesgo cero ante la COVID. En un camping, casi no hay contacto con otros, salvo que quieras compartir momentos con tus vecinos (cosa que echamos de menos, pero, por ahora, no se puede), se está en espacios abiertos y ventilados, y los espacios donde “vives” (tu caravana) son los tuyos propios.

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El mayor riesgo que puedes tener en tu viaje con caravana es el de ir a un supermercado para abastecerte, cosa que seguramente tengas que hacer en tu vida diaria, y de la que, hoy por hoy, tenemos controlado y apenas lo vemos como riesgo. Siendo así, la Semana Santa, o el fin de semana largo de San José (en los lugares que es festivo), puede ser una buena oportunidad para disfrutar de unos días de esparcimiento y desconexión con nuestra rutina habitual, siendo cuidadosos, y, por supuesto, respetando las normas establecidas en cada lugar. Pero si lo que pretendes es que estas fechas sean un momento de encuentro con familia y amigos, para compartir unos días juntos, desayunando, comiendo y cenando bajo la misma carpa o dentro de un avancé, esa no es la idea, lamentablemente ese momento no ha llegado aún, y no debemos hacerlo.

Lo que sí hay que tener en cuenta es que los viajes deberán ser cerca, ya que, aparte de los cierres ya establecidos, desde el 26 de marzo al 9 de abril en todas las comunidades autónomas se ha decretado un cierre perimetral regional, a excepción de las islas. Además, si vives en Madrid, Comunidad Valenciana, Murcia, Navarra, Extremadura, Galicia y País Vasco, ante la festividad del 19 de marzo, también cierran regionalmente del 17 al 21.

También, debemos tener en cuenta que, en general, se establece un toque de queda entre las 23:00 y las 6:00 h, y cada comunidad tiene la facultad de adelantarlo una hora, pero no atrasarlo. En cuanto a las reuniones, se limitan a seis personas al aire libre, a cuatro en espacios cerrados (salvo convivientes) y se prohíben las reuniones de convivientes en domicilios. Esto indica que podemos ir de camping, charlar, en pequeños grupos, con nuestros vecinos y amigos, dando un paseo, pero no reunirnos en caravanas con nadie más que los convivientes. ¡Es un buen plan, aunque no sea a lo que estábamos acostumbrados!

Tenemos que ir con la convicción de que es una buena oportunidad de disfrutar de unos días, aunque posiblemente de manera distinta a lo que estamos acostumbrados, y, por supuesto, no es momento de viajar para ver las clásicas procesiones, que se han prohibido, así como otros eventos masivos que conlleven aglomeraciones. En cuanto a la hostelería, las restricciones y aforos se establecen en cada comunidad autónoma.

En cuanto a la oferta de campings, que muchos de los que cierran en invierno habitualmente abren para Semana Santa, este año algunos se están planteando posponerlo ante la imposibilidad de que se pueda llegar desde otras regiones, dado que la afluencia de habitantes locales no es suficiente para rentabilizar la apertura. Sin embargo, hay zonas, las de mayor población, que tienen prácticamente completas sus plazas, y otros casos como el de Asturias, en donde el Gobierno regional mantiene el cierre de los alojamientos turísticos, entre los que se encuentran los campings, incluso para los propios asturianos, a pesar de contar con garantías de seguridad sanitaria. En Campings abiertos en Semana Santa te mostramos un listado donde puedes ver campings que están abiertos.

También, el camping se está transformando en una nueva opción de turismo «seguro» para los no habituales, ya que muchos de los que viajaban a hoteles y apartamentos están optando por bungalows, mobilhomes, glamping, y otras de las opciones que ahora nos ofrecen muchos campings, así como las casas rurales, como alternativa más saludable, por su mayor contacto con el aire libre y su bajísimo riesgo de contagio.

En definitiva, si te apetece disfrutar de esta Semana Santa (o San José si estás entre los afortunados que lo tienen como festivo), puedes irte tranquilo, siempre y cuando estés dispuesto a respetar las normas de cada lugar. Descansarás, cambiarás de aires, disfrutarás de planes alternativos y, seguramente, asumirás menos riesgos que en tu vida habitual. Además, colaborarás a revitalizar y hacer volver poco a poco a una futura normalidad a muchos de los negocios del sector turístico (campings, restaurantes, bares…) que tan mal lo están pasando.