Con las primeras nieves, algunas carreteras se cubren de nieve y especialmente en la montaña se puede complicar la conducción. Además, si lo que llega es un temporal, la nieve puede llegar a lugares menos habituales y puede pillarte una carretera cubierta en tu ruta.
Conducir sobre una ligera capa de nieve puede resultar no especialmente complejo con un poco de experiencia y precaución, pero si llevas más peso de lo habitual, o un remolque, como es el caso de una caravana, la conducción se complica mucho más y el más mínimo contratiempo puede jugarte una mala pasada.
Aunque en los países nórdicos y algunos centroeuropeos, están acostumbrados a estos tipos de inclemencias, que se normalizan en la conducción, en España, en cuanto la carretera se cubre de nieve y el trabajo de los quitanieves no es suficiente, se establecen una serie de niveles, que establecen la posibilidades de circulación:
- Nivel verde: Significa prudencia y se establece cuando comienza a nevar. Aunque la circulación no se ve afectada, conviene extremar la prudencia. Se recomienda no sobrepasar la velocidad de 100 kilómetros por hora en autopistas y autovías, y de 80 kilómetros por hora en el resto de las carreteras. Los camiones (y vehículos articulados, como las caravanas) deben circular por el carril derecho y no deben adelantar.
- Nivel amarillo: Indica precaución y se indica cuando la calzada empieza a cubrirse de nieve. En este nivel no se permite circular a los camiones y vehículos artículados (incluidas las caravanas). Los turismos y autobuses no deberían rebasar la velocidad de 60 kilómetros por hora.
- Nivel rojo: Significa que la circulación es muy difícil ya que la calzada se encuentra completamente cubierta de nieve. La circulación sólo es posible haciendo uso de las cadenas u otros dispositivos autorizados. La velocidad a la que, como máximo, se recomienda circular es de 30 kilómetros por hora. No se permite la circulación de autobuses, camiones y vehículos articulados.
- Nivel negro: Significa que la carretera está intransitable. La carretera se encuentra intransitable para cualquier tipo de vehículo. Existe un claro riesgo de quedar inmovilizado en la carretera.
Es por esto, que si comienza a nevar circulando con tu caravana, busca un lugar donde parar fuera de la vía (un área de descanso, gasolinera…) y evita que te inmovilicen en la propia vía con los inconveniente que conlleva. Si viajas con tu caravana, piensa que llevan tu casa a cuestas y estás más preparado que nadie para, si es necesario, aguantar unas horas, normalmente llevas comida, ropa, gas, y habitualmente calefacción.