Desde Alcanar, pegando a Castellón, hasta Cunit, junto a Barcelona, la Costa de Tarragona discurre a lo largo de más de 90 kilómetros de litoral, con más de 60 playas de finísima arena, entre las que se salpican recónditas calas que invitan a un chapuzón en sus transparentes aguas y a disfrutar de sus mil atractivos, que son un reclamo para que elijas esta costa como tu próximo lugar de vacaciones.
La parte sur de Tarragona la ocupan las Terres de l’Ebre, la zona de la desembocadura del Ebro, que se vertebra en torno a los últimos kilómetros del Ebro, el río más caudaloso de la península ibérica, con tierras fértiles y su gran delta, que es el hábitat perfecto de multitud de aves acuáticas, junto a grandes arrozales, dunas y paisajes propios de humedales. La Costa Dorada ocupa el norte de Tarragona, desde L’Hospitalet de l’Infant hasta la provincia de Barcelona. Las grandes playas junto con una costa escarpada con pequeñas calas son el paisaje costero. En su interior, la montaña transforma el paisaje y el Priorat, Montsant y Siurana muestran la otra faceta del interior, con bosques mediterráneos, campos de vides y olivos entre los que también se ubican monasterios medievales.
Alannia Resorts cuenta con dos complejos en esta zona. Ambos, en el gran municipio de L’Hospitalet de l’Infant. Alannia Costa Dorada, al sur, en la playa de la Almadrava, un lugar tranquilo y más apartado de los grandes núcleos turísticos. A 15 kilómetros de Alannia Costa Dorada, en Miami Playa, se encuentra Alannia Els Prats, también en primera línea de playa.
Siguiendo el modelo de Alannia (que comenzó con los campings de Guardamar del Segura y Crevillente, en Alicante), ambos resorts en la provincia de Tarragona son lugares ideales para pasar unas vacaciones, ya que cuentan con lo necesario para disfrutar del descanso, de todo tipo de actividades y con servicios para vivir unos días inolvidables, junto con el aliciente de visitar el increíble entorno de la Costa Dorada y las Terres de l’Ebre.
Para contar de primera mano esta experiencia, hemos pasado unos días en ambos resorts, y cuentes con caravana, camper, autocaravana, tienda, o no, en Alannia seguro que tienes una estancia más que agradable. Alannia Costa Dorada es un camping de tamaño más reducido, familiar y lleno de rincones sorprendentes entre los que se encuentran unas cien parcelas para acampar, de entre 40 y 110 m2, y otros tantos bungalows de distintos tipos y ambientes: algunos con un gran ventanal al porche y a la playa; otros, en segunda o tercera línea, con su pequeña parcela y porche; e incluso tiendas de lona con equipamiento (habitaciones, cocina, baño…) como las Tiendas África, envueltas en un ambiente que traslada a la sabana africana.
Alannia Els Prats es un camping de gran tamaño, con más de 200 parcelas, 30 de ellas en primera línea de playa, con vistas directas al mar, y con tamaños de entre 40 y 110 m2. También cuenta con más de un centenar de coquetos bungalows para cinco, con jardín y porche, junto a la playa, una zona con estudios y pequeños apartamentos, y otra serie de bungalows de varios tipos en la parte alta del resort.
Como es norma en Alannia, la animación es uno de los puntos fuertes, con actividades para la familia durante todo el día (en temporada alta) e incluso muchos días en las temporadas menos frecuentadas. Los más peques amanecen con talleres, miniclub, minidisco…, los jóvenes tienen actividades adaptadas a sus gustos, y para los mayores no faltan el aquagym, bailes, concursos… planes para disfrutar y no aburrirse en todo momento. Ambos también ofrecen instalaciones acuáticas, con el estilo de cada uno: además de la playa con acceso directo desde el resort, tienen piscinas con varios espacios, según edades, zona spa y relax, además de los toboganes para refrescarse y divertirse.
Además de los restaurantes, en Alannia Els Prats, cuentas con el Windcat, un restaurante a pie de playa, con terraza a orillas del mar, donde tomar unas hamburguesas, snacks, carnes a la brasa, arroces… para hacer una pausa a la hora de comer o disfrutar de una larga sobremesa a la brisa del mar. Otra de las comodidades de Alannia Els Prats es que ofrece la opción de contratar pensión alimenticia independientemente de si vas a bungalows o a parcelas. Si quieres descansar plenamente, puedes olvidarte de cocinar si incluyes el desayuno, media pensión o pensión completa. ¿Se te ocurren unas vacaciones más completas?
Si optas por pasar las vacaciones en alguno de los resorts de Alannia, no olvides reservar con el código promo SOYCARAVANISTA, y te aplicarán un descuento por ser nuestro lector.
Si tras disfrutar de todos los servicios que se incluyen en los resorts tienes tiempo de descubrir el entorno, puedes optar por las opciones de actividades en torno al mar que abundan en la zona, descubrir su riqueza cultural y natural…
Junto a la playa de la Almadrava, donde está Alannia Costa Dorada, se encuentra la cueva del Llop Mari, en la que dicen que vivió un lobo marino, y a la que puedes llegar en kayak desde la playa de la Almadrava, o, mejor, dejarte guiar por Marnatura (marnatura.net), que te llevan en barco desde el cercano puerto de la marina de Sant Jordi hasta la entrada de la cueva, y desde allí, en kayak o haciendo esnórquel, puedes entrar en esta curiosa cueva marina que tiene una playa interior, estalactitas… un lugar espectacular y muy recomendable.
Si te gusta nadar entre peces, desde L’Atmella de Mar, Tuna Tour (tuna-tour.com) organiza un recorrido en catamarán a un par de millas de la costa hasta las almadrabas donde se crían los atunes rojos. Desde el barco, se pueden ver cómo se alimentan y viven en estos grandes peces, e incluso hacer esnórquel, bucear y nadar junto a ellos y darles de comer, para terminar la aventura degustando este exquisito pescado azul.
En Nàutic Parc (nauticparc.com) puedes escoger desde actividades de playa hasta pesca deportiva, aprender o practicar windsurf, kayak, submarinismo o esnórquel, volar con flyboard o parasailing, excursiones en catamarán, velero o lancha a motor, descubrir a caballo o en barco el Delta del Ebro y visitar las mejilloneras del delta con degustación de mejillones, ostras y otras especialidades.
Si, además, quieres descubrir los paisajes y legados culturales de la zona, no debes perderte la ciudad de Tarragona, donde puedes ver su época romana, la medieval, la moderna y la contemporánea. Comenzando por la maqueta de Tárraco, en la que se observa una reconstrucción en miniatura de lo que fue la ciudad en su apogeo romano, allá por el siglo II, y tener una buena perspectiva de lo que supuso aquella época. Continuar por el paseo arqueológico a través de murallas romanas que se entremezclan con las fortificaciones medievales; contemplar el anfiteatro, junto a la costa, donde se representaban las luchas de gladiadores; el acueducto de 217 metros de largo y 25 metros de altura que está a las afueras; y otros, como los vestigios de las calles romanas, los restos del circo o todo el detalle que se muestra en el museo arqueológico. De la época medieval, no puedes perderte la catedral, el antiguo hospital, la capilla de Sant Pau y el antiguo mercado. La Tarragona moderna y contemporánea también cuenta con algunas joyas como la Casa Canals, el Mercado Central, el Balcón del Mediterráneo, la emblemática Rambla Nova, el Museo de Arte Moderno…
Entre los lugares naturales más representativos está el Delta del Ebro. Es una prolongación de tierra que penetra 22 kilómetros en el mar, que se ha formado a lo largo del tiempo con los sedimentos que arrastra el río Ebro. La variada procedencia de estos residuos han conformado distintos paisajes en torno a un humedal donde pueden observarse aves de varios centenares de especies, inmensos arrozales, dunas y playas. En torno a Deltebre, se centra gran parte de la actividad de este espacio natural. Allí se encuentra un ecomuseo y el centro de visitantes, y parten algunos de los barcos que hacen excursiones por los últimos kilómetros del Ebro hasta llegar a su desembocadura. Su caprichosa orografía en forma de flecha deja espacios tan particulares como punta del Fangar y su faro, al que se puede llegar caminando entre las dunas que se forman en esta estrecha franja de arena y que separan al Mediterráneo de su bahía, al norte; y el Trabucador, al sur y de mayor tamaño, que encierra la bahía de Alfacs. Las aguas tranquilas de estas bahías hacen que sean ideales para iniciarse en muchas actividades náuticas, además de albergar bateas para la cría de ostras y mejillones, lugar idóneo para su refugio.
Durante la Edad Media, lo que ahora es la Costa Dorada era un centro cultural importante donde la vida monástica, basada en el trabajo y el estudio, supuso un desarrollo cultural a través de la orden del Cister, que además ayudó al desarrollo económico de la zona. De entonces, se conservan los monasterios de Poblet, Santes Creus y el de Vallbona de les Monges (Lleida), que son una gran muestra del patrimonio que queda de aquella época.
Desde hace también más de mil años, se cultivan cepas, y han dejado un importante legado en la producción del vino, en zonas como el Priorat, que cuenta con un suelo y condiciones climáticas que producen una uva excelente. En torno a su Denominación de Origen, se dispersan cantidad de bodegas que cultivan la uva y producen sus famosos vinos (muchas de ellas son visitables).
También, todas estas influencias han llegado a fechas más cercanas. El modernismo cobra vida en la llamada ruta del Paisaje de los Genios, que hace un recorrido a través del modernismo de Gaudí en Reus, de la herencia de Joan Miró en Mont-roig, la inspiración que encontró Picasso en Horta de Sant Joan y el legado de Pau Casals en El Vendrell.
Todas estas muestras, y otras tantas que extenderían demasiado este texto, confirman que la Costa Dorada es mucho más que sus increíbles playas y el ocio y diversión en torno a los grandes núcleos turísticos. Su diversa costa, su clima y sus mil atractivos junto con las posibilidades de alojamiento que ofrecen lugares como Alannia Els Prats y Alannia Costa Dorada, en los que encuentras opciones de ocio y descanso sin igual, hacen que la Costa Dorada sea un destino ideal para tus próximas vacaciones o para hacer una escapada.