El nombre de Monasterio de Piedra podría evocar un antiguo edificio religioso construido con piedra, pero, realmente, se llama así porque se refiere al río Piedra, y dicho monasterio se sitúa junto al cauce, que entre jardines y peñascos forma atractivas cascadas. Sin duda, es un lugar muy agradable para pasar el día, una mañana o una tarde, en un vergel con rincones preciosos. Es sorprendente encontrar un paraje tan exuberante entre el árido paisaje de su entorno.
Su pionera iniciativa turística ha llevado a este emplazamiento a obtener la categoría de Paraje Pintoresco Nacional, en 1945, Monumento Nacional, en 1983, Bien de Interés Cultural, en 2009, y Jardín Histórico, en 2010. No le faltan motivos.
La visita al Monasterio de Piedra
Situado al oeste de la provincia de Zaragoza, su acceso es muy fácil. Se encuentra a 20 kilómetros de la A-2, tomando las salidas 204 (Alhama de Aragón), desde Madrid, o la salida 231 (Nuévalos), desde Zaragoza. Dista 105 km de Zaragoza, 229 de Madrid, 318 de Valencia, 123 de Soria, 171 de Guadalajara, 417 de Barcelona… por lo que es un destino perfecto para un fin de semana, prácticamente, desde cualquier lugar de la península.
El Monasterio de Piedra dispone de varios aparcamientos exteriores y gratuitos, con espacio para autocaravanas, cámperes e incluso caravanas, aunque no hay posibilidad de pernocta, pero sí en los alrededores.
Junto a los aparcamientos hay restaurantes, tienda, zona de picnic, verdes praderas, grandes sombras y el acceso al monasterio, a los jardines y al hotel. Aunque el horario es amplio, hay que consultar en su web (www.monasteriopiedra.com) las fechas con horarios especiales, ya que, especialmente la zona del monumento, cierra antes en algunas fechas, sobre todo por la celebración de eventos.
La entrada (entre 13 y 18,50 €, aunque existen descuentos) incluye tanto el acceso al monasterio como al parque. El monasterio recoge ocho siglos de historia, y puede visitarse en torno al Claustro, donde se disponen el resto de las estancias monacales, que aglutinan varios estilos: gótico, mudéjar, renacentista, barroco… En la visita libre se pueden ver la sala capitular, la antigua cocina, el refectorio, el calefactorio y los restos de la iglesia, que fue la parte que más sufrió en el periodo de guerra y abandono, aunque, a falta de techumbre, resulta muy atractivo contemplar sus muros, paredes, arcos y demás elementos arquitectónicos a cielo abierto. Dentro de este espacio, además, se incluye el Museo del Vino D.O. Calatayud y la Exposición Historia del Chocolate en Piedra, que repasa la historia de este alimento que comenzaron a preparar los monjes en el siglo XVI, siendo pioneros en Europa tras la llegada del primer cacao de América.
El parque es un Jardín Histórico en torno a las cascadas, arroyos, acequias, chorreras y lagos, que, junto a la tremenda vegetación que rodea este espacio, lo convierten en un lugar bucólico, lleno de frescor, que lo hace ideal durante el verano, además de en cualquier otra época.
El acceso al parque se hace junto a los edificios del complejo monástico. Desde allí comienza un recorrido, perfectamente señalizado y numerado, que puede hacerse en su versión corta, contemplando los puntos más simbólicos del lugar, o la visita completa, que muestra todos los increíbles rincones del Monasterio de Piedra, incluidas panorámicas. La opción breve puede verse en menos de una hora, y la completa, fácilmente puede llevar dos, tres o más horas, dependiendo de lo que te detengas en cada rincón y de las fotos que saques en cada lugar.
El agua es la protagonista durante toda la visita. El río Piedra, al llegar a este lugar, se extiende en varias ramas buscando por dónde salvar el desnivel con el que se encuentra. Aunque las cascadas, como Trinidad, La Caprichosa, Iris y Cola de Caballo son las estampas más comunes, siguiendo el recorrido indicado, que abarca casi la totalidad de los jardines, pasa, de manera ordenada, por todos los lugares de interés, que también son grutas, arboledas que se continúan unas con otras, lagos (como el de los Patos, o el imponente Lago del Espejo), fuentes y zonas de descanso para que te tomes con calma la visita. Incluso el parque cuenta con la primera piscifactoría de España, de hace 150 años.
En definitiva, el Monasterio de Piedra es un conjunto histórico, con ocho siglos de vida, que combina historia, cultura y naturaleza en un sitio sumamente agradable, lleno de rincones donde inmortalizar tu paso por este lugar, perfecto para cualquier época del año, e ideal para una escapada.
Con caravana, cámper o autocaravana al Monasterio de Piedra
Se puede acceder con cualquier tipo de vehículo de caravaning, aunque no se permite la pernocta, al cerrar el recinto por la noche. Sin embargo, a las afueras de Nuévalos, a menos de cuatro kilómetros del Monasterio de Piedra, se encuentra el Camping Lago Resort (www.lagoresort.com), a orillas del Embalse de la Tranquera. Es un camping familiar, acogedor y tranquilo, con parcelas de distintos tipos y tamaños sobre una de las laderas que miran al pantano, que cuenta con abundantes sombras, piscina, baños completos con duchas de agua caliente gratuita y, también, alojamiento en bungalows, por si no llevas tu casa a cuestas.
En los alrededores, en Carenas (a 15 km) también hay un área de autocaravanas, y existen aparcamientos con espacio de autocaravanas en los alrededores.
