Las glorietas llegaron a España a finales de la década de los 70 y desde entonces no ha parado de crecer su número tanto en ciudad como en carretera. Están diseñadas para mejorar la fluidez en las intersecciones, facilitar los giros y cambios de sentido y reducir los costes que suponen la instalación y mantenimiento de semáforos.
Aun así, un estudio realizado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA) revela que, entre 2012 y 2016, el número de accidentes mortales se ha duplicado en las glorietas españolas (de 16 se ha pasado a 37), mientras que en las situadas en zonas urbanas el incremento fue del 86,6% (15 frente a 28 del año 2016).
El exceso de velocidad, el desconocimiento de la norma de circulación, las distracciones, la falta de señalización de las maniobras… son algunas de las causas que provocan los accidentes en las glorietas.
Siempre es conveniente recordar la importancia de permanecer alerta cuando se va circulando, y aún más cuando se lleva una caravana, tanto por sus dimensiones como por sus características.
En el viaje de SoyCaravanista por tierras inglesas, nos llamaron la atención sus rotondas porque están organizadas desde antes de entrar en ellas. Al llegar, se ve una señal vertical donde indican las opciones de las distintas salidas, con su destino y el número de la carretera que corresponde. Ya en el interior, hay marcas horizontales en cada carril para indicar cuál tomar según se va circulando por la glorieta.
En otros países europeos se ha desarrollado un sistema que también se está empezando a implantar en España: las turboglorietas. Estas distribuyen el tráfico desde la entrada a la salida y, mediante líneas continuas o discontinuas, limitan los movimientos laterales en su interior. Al igual que en el caso inglés, es importante fijarse en los paneles de señalización antes de acceder.
Según los expertos, el uso de las turboglorietas mejora considerablemente la fluidez del tráfico y reduce el número de accidentes al no permitir los cambios de carril internos ni las salidas bruscas.
Para reducir los accidentes, AEA, además, propone la realización de auditorías técnicas externas para determinar si el tipo de rotonda que se ha construido en cada lugar es el más adecuado, ya que la presencia de glorietas inadecuadas puede contribuir al incremento de la siniestralidad.