Tras varios meses de confinamiento y una discreta desescalada, la nueva realidad está aquí, y la COVID-19 sigue entre nosotros, dicen que menos agresiva, pero parece que también algo más contagiosa, lo que está llevando a que día a día surjan nuevos contagios, brotes en distintas zonas… han limitado el movimiento en algunas ciudades, pueblos y comarcas, algunos países recomiendan no viajar a España o, al menos, a algunas comarcas o provincias.
Ante este panorama, algunos de los que habían decidido viajar, e incluso ya tenían sus reservas hechas, están dando marcha atrás y cancelando sus vacaciones por miedo al contagio o a que puedan confinarle en plenas vacaciones. Pero ¿qué hacemos ante una situación así?
Ante todo, estas decisiones son totalmente personales y no podemos aconsejar a nadie que tome una decisión de la que nadie tiene certeza de que pueden surgir complicaciones, pero debemos tener en cuenta que:
- Los rebrotes que están surgiendo son en ámbitos muy locales, sin que se transmitan más allá de las personas que han tenido un contacto directo con el contagiador, salvo en lugares muy puntuales.
- La mayoría de los nuevos contagios están directamente relacionados con reuniones familiares, lugares de trabajo y aglomeraciones en ocio nocturno. Apenas se han dado casos en lugares turísticos y los que se han dado, por ahora, se han resuelto eficazmente.
- Los nuevos contagios se están dando principalmente en población mucho más joven, especialmente por adoptar menos medidas de protección al tener una menor sensación de riesgo.
- La mayoría de los contagios están siendo asintomáticos y apenas requieren atención médica, más allá del control del aislamiento.
- Los elevados datos de contagiados que se están facilitando se deben a que, actualmente, se están haciendo pruebas a los entornos de los contagiados, que suelen encontrarse asintomáticos, mientras que al inicio del confinamiento se hacían prácticamente solo a los que requerían hospitalización.
- Los campings, otros establecimientos hoteleros, restaurantes… cuentan con medios de protección y toman medidas para evitar el contagio en sus instalaciones.
- Especialmente, los campings son lugares al aire libre donde es más fácil mantener las distancias y evitar el contacto con otras personas. Las actividades se controlan para que se mantengan las medidas de seguridad, y los niños están resultando bastante respetuosos en la toma de medidas cuando se reúnen con otros.
Hasta la fecha, hemos visto cómo, en la mayoría de los sitios, se cumplen las normas rigurosamente y se puede observar cómo la higiene se ha extremado más que nunca, por lo que no debemos tener miedo a tener un mayor riesgo de contagio que en otros lugares. Es más, el riesgo es inferior a muchas otras circunstancias que podemos vivir en el día a día. Siempre vamos a encontrar, como ocurre en todos lo ámbitos, a personas que no respetan las medidas, pero en campings y restaurantes se está controlando el uso, e incluso se llega a aplicar el derecho de admisión a personas que no respetan las normas establecidas.
En cuanto a los niños, los vemos muy respetuosos y adaptados al juego, con mascarillas y manteniendo distancias, por lo que, simplemente con una ligera supervisión, entendemos que se puede considerar seguro el socializar con otros niños del camping. Vemos más problema con los adolescentes, a los que les cuesta más llevar la mascarilla en todo momento, así como mantener las distancias, pero son circunstancias no solo del ámbito del camping, sino en todos.
Además de los aspectos puramente de sanidad e higiene, os animamos a viajar y visitar vuestra playa preferida, la montaña de tus sueños, o descubrir ese rincón que siempre has deseado, y también contribuir a poder mantener abiertos los establecimientos, tanto campings, como los restaurantes de la zona, bares, chiringuitos, supermercados, comercios… que les será imposible sobrevivir sin el apoyo, aunque sea más limitado, de sus clientes habituales y excepcionales.
Sé prudente, respeta las normas y medidas establecidas en cada lugar, no olvides la mascarilla, ni para ir a la piscina, y disfruta de unos días que seguro te mereces, sabiendo, además, que vas a ayudar a seguir viviendo a aquellos que su modo de vida depende de los que les visitan.