El 12 de octubre han entrado en vigor las nuevas denominaciones de combustibles, que harán que en todos los países se unifiquen los nombres y nos pueda resultar más fácil saber que repostar en cada país. Además de los profesionales del transporte, a los caravanistas que viajamos por distintos países puede facilitarnos la labor de escoger la manguera adecuada al llegar a la gasolinera de turno. Pero ¿es drástico este cambio?
De momento, las denominaciones van a continuar igual que esta ahora, pero es obligado que junto a cada manguera se coloque el distintivo correspondiente que aclare la denominación estándar para toda Europa. Tanto es así, que posiblemente, ni aprecies el cambio ya que el nuevo etiquetado puede pasar desapercibido más cuando estás acostumbrado al gran rótulo comercial de cada tipo de combustible.
En este nuevo etiquetado se distinguen tres grupos que cada uno se asocia a un tipo de combustible: un cuadrado para el diésel, un círculo para las gasolinas, y un rombo (más bien un cuadrado girado 45º) para los gases.
Las gasolinas, en un círculo, llevan una E (Etanol), y un número, que indica el porcentaje de etanol que contiene. Es decir una gasolina E5 indica que un 5% es etanol. El etanol (alcohol etílico) es un compuesto químico, que sirve como combustible por sí solo, o como aditivo para la gasolina. El etanol habitualmente se obtiene de biomasa (bioetanol). Para su obtención se utiliza la fermentación de azúcares de caña de azúcar, remolacha, melaza…, y al no requerir petroleo para su obtención, se considera más beneficioso medioambientalmente hablando, aunque existen ciertas controversias sobre los efectos que puede generar en su obtención. El etanol es más volátil y tiene un mayor octanaje que la gasolina, por lo que no puede utilizarse libremente en cualquier motor, para su uso requiere adaptaciones y por ello lo habitual es el uso en porcentajes bajos. Por eso lo habitual es el uso de gasolinas con un 5% o 10% (E5 o E10), aunque también se comercializan los E85 (un 85% de etanol) para los que cada vez existen más motores preparados para ello.
En cuanto al diésel, el símbolo que se utiliza es un cuadrado con una B y un número que indica el porcentaje de biodiésel que contiene. Por tanto un B7 indicará que es un gasóleo con un 7% de biodiésel, y un B10 contiene un 10% de biocombustible. El biodiésel se obtiene mediante procesos químicos industriales partiendo de aceites vegetales y grasas animales, que pueden incluso haber sido utilizados previamente. La ventaja de este combustible «ecológico» en cuanto a su independencia del petróleo, así como mejoras ambientales en cuanto a las emisiones lo hacen más conveniente, pero, como suele ocurrir, no es oro todo lo que reluce. Aspectos técnicos en su funcionamiento, así como temas legales y necesidades productivas hacen que el biodiésel no sea recomendable en los porcentajes mayores, por eso, lo habitual son el B7 y B10. También existe la denominación XTL, un diésel sintético, que no deriva del petróleo y que podrá ser una alternativa al diesel convencional con CO2 neutro.
Por último quedan los gases que sirven de combustibles alternativos: el hidrógeno (H2), el Gas Natural Comprimido (CNG), el Gas Licuado del Petróleo o GLP (LPG en inglés) y el Gas Natural Licuado (LNG) se simbolizan con un rombo y las siglas en su interior.
Las equivalencias de las nueva denominación con los nombres comerciales más habituales son:
- Gasolina 95, habitualmente lo encontrarás como E5
- Gasolina 98 optima, efitec… habitualmente como E10
- Diésel normal habitualmente como B7
- Diésel optima, e+10… habitualmente como B7
En cualquier caso, recuerda que los rótulos continuarán como siempre con el añadido de la nueva denominación, por lo que es sencillo y nos vamos acostumbrando a las denominaciones para cuando nos las encontremos en otros países son denominaciones comerciales que no conozcamos.